martes, 9 de septiembre de 2014

No puedo dejar de sufrir por la farmacia cerebral

La unidad mínima de conciencia conocida es la célula, decide que receptores se abrirán a los pentapéptidos, luego se vuelve adicta a ciertas emociones y como resultado de ese proceso celular nos quedamos enredados en nuestras obsesiones. No puedo dejar de estar preocupado por algo, no dejo de pensar en el tema hasta que se resuelve o explota mi cabeza, generándome una gran angustia e impotencia, en todos los sentidos de la palabra. Jazz le cuenta esto al Zurdo mientras toman whisky, desnudos en la cama.