sábado, 31 de mayo de 2014

Hoy no vamos a solucionar los problemas del mundo

dijo Jazz mientras peinaba unas lineas sobre un tocadiscos vintage verde fluo nuevo. La mujer y el hombre que lo acompañaban lo miraron sin entender. Tomaron los tres y se sentaron a la mesa a jugar al tute cabrero. En este juego pierde el que queda en el medio. Se va a más o a menos, no sirve otra cosa.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Jazz y el gato

Uno quiere la herencia, el otro parte de mi médula. Hay una pibita que se quiere venir a vivir conmigo. El gato dice ¡miau! Jazz dice ¡sí! Dos veces la eché, ¡tuve que llamar a la policía! No se iba, ¡no se iba! El gato dice ¡miau! Para un poco ¡para! Miau! Siempre te subís a la moto, ¡bajate de la moto nene! Jazz dice pero callate la boca gato de mierda, te voy a volar de una patada en el culo, ¡rajá de acá! Jazz trata de golpearlo con el repasador pero el gato salta ágilmente y se aleja hacia la puerta, desde el umbral se da media vuelta y le dice miau, ¿cómo estamos hoy eh?

Mayo floreado

lunes, 26 de mayo de 2014

Aceitunas verdes grandes y un buen vino tinto

como aperitivo de unas milanesas de pollo gratinadas con arroz. El arroz debe ser de los más baratos de la góndola y el vino de los más caros. Como postre ideal, un buen bajativo, sexo, cocaina o helado de limón. Jazz le habla al gato mientras cocina el arroz. A sus 60 años ya es un experto cocinero, casi siempre cocinando para el mismo, y para el gato. Esta noche Jazz elegirá como bajativo el sexo, en solitario, el gato no cuenta.

sábado, 24 de mayo de 2014

¿Te parece que estoy jugando?

¡Hola! ¿Papá?

¿Estás ahí? Contestame, ¿me escuchas? Pa, ¡¡papá!! Juan se despertó sobresaltado, una ambulancia sonaba en la madrugada de la ciudad de las diagonales. Tenía jóvenes 16 años y acababa de llegar a estudiar derecho a la Universidad de La Plata. Que sueño más raro dijo entonces. El sueño venía de alguien por nacer y que al no poder hacerlo lo replicó en los sueños de quienes si podrían nacer, aunque no tengan un Papá. Fue hasta la cocina a tomar agua de la heladera, sus compañeros de cuarto dormían y roncaban. El sonido nocturno de la ciudad lo atemorizó. Contestame, ¿me escuchás? ¿Estás ahí papá?

jueves, 22 de mayo de 2014

Los telescopios reflejan

Si enfrentamos un microscopio y un telescopio en una mesa de disección ocurrirá algo notable, se despedazarán hasta la destrucción total de ambos.

La vida no es un juego de preguntas y respuestas

No se nada pero no importa. La vida no hay que entenderla, no estaban menos vivos en las cavernas. Los telescopios reflejan. Los astronautas se pierden en el camino. Me imagino al nuevo dios que encontraremos, que por la gran luz que emite convencerá a los ilustres con nuevas letanías disfrazadas de sabias ideas. Multiverso, donde lo grande y lo chico existen pero no importan. Donde la energía se transforma pero muere la conciencia. Donde tu ADN vibra entre los tiempos siderales. Y donde la luz del sol ilumina el alma. Vida.

jueves, 15 de mayo de 2014

5 años después de que mataran a Ana

volví a La Plata en otoño, caminé sin rumbo por las calles desiertas de un domingo cualquiera. Cada momento me resultaba agobiante, es una ciudad a la que no quiero volver nunca. Me encuentro de repente en la puerta del Zoológico, como tantas otras veces. El pochoclero y el de los globos con su música característica, intentando vender algo antes de que la gente entre. Ana, me acuerdo que con Ana odiábamos el zoológico y queríamos que desapareciera. Mientras alimentábamos al Tucán ideábamos planes de sabotaje. Estudiamos los horarios de los vigilantes y entramos una noche. Disfrazados para que no nos reconocieran, ella de Aldana Star y yo del Capitán Quilmes. Munidos de sendos aerosoles pintamos las paredes de las jaulas, ante la mirada impertérrita de los leones. Aves sin vuelo escribimos, libertad a los inocentes, no venga más al Zoo. Nos divertimos esa noche, al amanecer llamamos al diario local, para que cubra la noticia antes de que se taparan las paredes. Y así lo hicieron, Aves sin vuelo fue primera plana del diario El Día de La Plata. Como nos reímos aquella mañana, mientras tomábamos mate. Hoy no voy entrar al Zoo, ya lo sueño bastante, más que un sueño es una pesadilla amable, un sueño sobre la imbecilidad humana. El sueño de Jazz

jueves, 1 de mayo de 2014

Escribo sobre la oscuramente aterciopelada naturaleza humana

No escribo sobre didáctica ni pedagogía. Tampoco de leyes ni de tarot. Si quizás un poco de mito aleccionador. No escribo de besos pero si en verso. Busco tanto cuando opino que sin desde ante bajo cae vibra se estremece, lalas lala luna diosa, y satélite de mi vida. Nunca escribo sobre el tango ni la querida Buenos Aires. Escribo sobre el desierto lluvioso. Sobre el agua en las ventanas y el sexo con una dama. No menciono a la política ni al chisme de la tarde, ni a los gordos del gremio de la carne. No escribo de mi trabajo y menos sobre lo que no puedo contar. Solo escribo y escribo. Sobre el alma, y la energía que la moviliza. Escribo sobre uno y el universo. No escribo tanto.