sábado, 18 de octubre de 2014

El Zurdo le dice al barman,

dos shots de tequila y dos cervezas.
Jazz: No sabés lo que fue anoche, de no creer, estas pendejas me vuelven loco. Cuando volví a casa, se escuchaba la música en toda la cuadra. Me acerqué y miré por la ventana del comedor. Ana y Lonie bailaban arriba de los sillones, hasta ahí todo bien.
Zurdo: Si.
Jazz: En eso Lonie le hace una seña a Ana para que se acerque, miro y tenían 4 rayas armadas arriba de la mesa ratona de vidrio, Ana se toma dos y después se las toma Lonie. Me quedé duro, mientras trataba de esconderme en la ligustrina viste.
Zurdo: No te lo puedo creer.
Jazz: Disimuladamente me fui escapando de ahí y me volví al bar. Dejé que fluya, ¿qué le iba a decir?
Zurdo: Gracias padre, (le dice al barman) ¿en serio me decís?
Jazz: Me colgué hablando de futbol con el Cholo y en eso, me suena el celu, Ana, desde la policía. La habían metido en cana por ruidos molestos y resistencia a la autoridad, por suerte ya se habían tomado todo lo que tenían, ¿podés creer?
Zurdo: Dejate de joder, les tenés que decir algo, hablá con ellas, son tus hijas.
Jazz: Pero que les puedo decir, si cagadas como esa me mandé un montón, cuando tenía la edad de ellas fui con mis amigos preso por andar en una mini combi adentro de una plaza. Nos escapamos, pero nos agarraron. Mi viejo me vino a buscar, me acuerdo que con la mejor.
Zurdo: Un grosso tu viejo.
Jazz: Si. Otra vez nos agarraron fumando un porro y mientras nos llevaban a la camioneta de la cana pude escaparme arguyendo que faltaban unas chicas y que las iba a buscar. Otra, a la edad de las chicas, por pelearme en el boliche con un colimba, por si se abría o cerraba una ventana. En esa no le avisé al viejo, aproveché que dormía en lo de un amigo y pasé la noche en cana, con un borracho meado, durmiendo los dos en un frío piso de cemento.
Zurdo: Esa no me la habías contado.
Jazz: ¿Qué le digo a estas pibas?
Zurdo: ¡Salud!
Jazz: Salud amigo.
Zurdo: Deciles que vengan a hablar conmigo.