martes, 5 de agosto de 2014

Antes los chicos jugaban solos

Ana y Jazz miran la tele en la cocina. Jazz prepara asado al horno con papas. Ana sirve unos aperitivos. Parece que fueran pareja más que padre e hija. Casi no hablan ni se miran. Ana le alcanza el Pineral a Jazz y se sienta en la mesa. En la tele un roquero dice socarronamente ¿a quién no le rompieron el culo cuando era un pendejo? Jazz al escuchar la frase se da vuelta.
Jazz: ¿Qué dice éste?
Ana no responde, parece turbada, mira hacia otro lugar escapándole a la tele. Se levanta y abre la heladera.
Jazz: Mirá las boludeces que hay que escuchar, ¿qué buscás?
Ana: Nada, un limón...¿y vos qué sabés?
Jazz: ¿Eh? ¿de?
Ana: Digo, de lo que dijo el tipo.
Jazz se queda duro, piensa que no sabe nada de su hija, ni de como fueron sus años de infancia, se da cuenta de que Ana no está bien.
Ana: El año pasado iba caminando por la calle y noto que un tipo que venía de frente me miraba insistentemente, me sonríe. Me costó reconocerlo, era un vecino que había vivido a la vuelta de mi casa cuando era yo chiquita. Atiné a saludarlo y seguir, el se detuvo y me dijo ¿Te acordás de mi? Yo a vos te cogí cuando eras chica.
Jazz: ¿Qué? ¡Un hijo de puta! ¿y qué pasó?
Ana: Lo miré desafiante, él no se lo esperaba, le dije que no sabía quien era ni me importaba lo que estaba diciendo, que era un enfermo y un degenerado, y me fui corriendo.
Jazz: ¿Vos lo conocías al tipo?
Ana: Pensé que ya me había olvidado, es increíble como podemos tapar los hechos dolorosos, desaparecen como en una densa niebla, tal es así que aún después de intentar recordar que había pasado no logro nada.
Jazz se sirve otro Pineral. Ana cambia de canal.
Jazz: A veces es mejorar dejar a los fantasmas en paz.
Ana: ¡¡Mirá!! Encontraron al nieto de Estela, ¡¡que buena noticia!!
Jazz sonríe.
Ana: ¡Que buena noticia! ¡¡Hijos de puta!!